Políticas y acciones para la atención integral del sobrepeso y la obesidad
La atención integral de las ECNT requiere de intervenciones de alto impacto que pueden aplicarse mediante
un enfoque de atención primaria que refuerce la detección precoz y el tratamiento oportuno. Para conseguir
el máximo efecto, se deben formular políticas públicas
saludables que promuevan la prevención y el control de
las ECNT y reorientar los sistemas de salud para que
cubran las necesidades de las personas que sufren esas
enfermedades; su crecimiento, letalidad y efecto social
lo justifican.
La situación actual del sobrepeso y la obesidad en
México requiere que se implemente una política integral, multisectorial y con una coordinación efectiva, a
fi n de lograr cambios en los patrones de alimentación
y actividad física que permitan la prevención de enfermedades crónicas y la reducción de la prevalencia de
sobrepeso y obesidad.
En respuesta al crecimiento de esta epidemia, la
OMS promovió la Estrategia Mundial sobre Alimentación Saludable, Actividad Física y Salud para la prevención de enfermedades crónicas, a la cual México
se adhirió en 2004.
En nuestro país, la estrategia contra el sobrepeso y la
obesidad, descrita en el Acuerdo Nacional para la Salud
Alimentaria, 21, 24 establece 10 objetivos prioritarios:
1 - Fomentar la actividad física en la población en los
entornos escolar, laboral, comunitario y recreativo
con la colaboración de los sectores público, privado y social.
2 - Disminuir el consumo de azúcar y grasas en bebidas.
3 - Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple potable.
4 - Incrementar el consumo diario de frutas y verduras, leguminosas, cereales de granos enteros y fibra en la dieta, aumentando su disponibilidad, accesibilidad y promoviendo su consumo.
5 - Mejorar la capacidad de toma de decisiones informadas de la población sobre una dieta correcta a través de un etiquetado útil, de fácil comprensión y del fomento del alfabetismo en nutrición y salud.
6 - Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y favorecer una alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses de edad.
7 - Disminuir el consumo de azúcares y otros edulcorantes calóricos añadidos en los alimentos.
8 - Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mínimo las grasas trans de origen industrial.
9 - Orientar a la población sobre el control de tamaños de porción recomendables en la preparación casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposición alimentos procesados que se lo permitan, e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaños de porciones reducidas.
10 - Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo
la cantidad de sodio adicionado y aumentando la
disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo
contenido o sin sodio.
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